Cenizas de Mustafar, Semillas de Esperanza
- Piarismendi
- 1 may
- 3 Min. de lectura
"Cada impacto resonaba en el aire viciado de Mustafar como el latido agónico de una hermandad fracturada".

El sable de Obi-Wan danzó con la desesperación de un último ruego, chocando una y otra vez contra la furia roja que emanaba de Anakin. Cada impacto resonaba en el aire viciado de Mustafar como el latido agónico de una hermandad fracturada. Pero en un instante, en medio de la vorágine de chispas y odio, algo vaciló en los ojos amarillentos de Anakin. No fue rendición, sino una punzada, un eco lejano de un amor puro, de una promesa olvidada en la oscuridad.
Al sentir la hoja azul rozar peligrosamente cerca de su rostro, la imagen de Padmé, su sonrisa suave como la luz de Naboo, fulguró en su mente. Vio sus ojos llenos de una esperanza inquebrantable, la misma que ahora llevaba en su vientre. Un escalofrío recorrió su cuerpo, no de ira, sino de un terror helado ante el abismo al que se había arrojado. ¿Qué estaba haciendo? ¿En qué monstruo se había convertido, dispuesto a destruir la misma luz que juró proteger?
La Fuerza, que momentos antes lo había impulsado con una furia ciega, ahora parecía susurrar una verdad antigua y sencilla: el amor verdadero no esclaviza, libera. Y en ese instante de epifanía dolorosa, Anakin retrocedió. Su sable láser cayó al suelo incandescente, quemando la roca volcánica como una lágrima de arrepentimiento.
Obi-Wan lo miró, la incredulidad y la esperanza luchando en su rostro curtido. No entendía el cambio repentino, pero percibía la tormenta amainando en el aura de su antiguo padawan.
"Anakin..." comenzó Obi-Wan, la voz quebrada.
Anakin levantó una mano temblorosa, apartando la mirada del rostro de su maestro. "No... no puedo seguir así." Su voz era un hilo apenas audible, cargado de un dolor profundo y genuino. "Padmé... mi hija..."
Obi-Wan bajó su sable, la tensión abandonando lentamente sus hombros. El aire seguía oliendo a quemado y azufre, pero una nueva fragancia, tenue como una flor abriéndose paso entre la ceniza, comenzaba a sentirse: la posibilidad.
Con la ayuda silenciosa de Obi-Wan, movido por una mezcla de alivio y cautela, Anakin abordó una nave imperial robada. Dejó atrás el infierno de Mustafar, dejando con él la sombra de Darth Vader consumiéndose en la lava. Voló hacia el único faro de luz que aún brillaba en su universo: Padmé.
La encontró débil, al borde del abismo, pero al ver sus ojos llenos de lágrimas de alegría y alivio, una nueva chispa encendió su propia alma. Juntos, en un rincón olvidado de la galaxia, lejos del alcance del Emperador y de las intrigas de la República, reconstruyeron su mundo. Anakin renunció a la Fuerza como arma, aprendiendo a sentirla como la corriente vital que los unía a él, a Padmé y a la pequeña Hope, cuyo nombre era un silencioso juramento para el futuro.
Criaron a su hija en un anonimato cuidadosamente construido, contándole historias de estrellas y galaxias lejanas, pero omitiendo los capítulos oscuros de su propio pasado.
Anakin se convirtió en un humilde artesano, sus manos, antes empuñando un sable con furia, ahora moldeando la madera con una paciencia recién descubierta. Padmé, aunque marcada por el sufrimiento, floreció en la tranquilidad de su nuevo hogar, su amor incondicional el cimiento sobre el que construyeron su paz.
A veces, en las noches estrelladas, Anakin miraba al cielo, sintiendo el eco lejano de un universo que una vez quiso dominar. Pero ahora, la inmensidad cósmica no evocaba ambición, sino gratitud por la pequeña galaxia de amor que había logrado construir con sus propias manos, lejos de las garras de quienes lo vieron solo como una herramienta, y cerca del único propósito que realmente importaba: el bienestar de su familia y la promesa de un futuro lleno de esperanza. La Fuerza, en su verdadera esencia, fluía silenciosamente entre ellos, un lazo invisible e indestructible forjado en el amor y la redención.
*Un pequeño fanfic de qué hubiese pasado si el resultado de la pelea fuese diferente, ¿tienes otros fanfic que te gustaría escuchar?
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