Por Dr Victor Rossel, Coordinador de Grupo de Socios adherentes en formación de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (SOCHICAR).
En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra el 29 de septiembre, es clave abordar la importancia de la formación de los cardiólogos que enfrentarán los desafíos de la salud cardiovascular en el futuro, considerando que, en los últimos años, esta especialidad ha visto significativos avances en aspectos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
Estos avances han dado lugar hoy en día a nuevas áreas de especialización, lo que ha requerido la adquisición de nuevos conocimientos, habilidades y destrezas y ha hecho más compleja la toma de decisiones clínicas y demanda que las futuras generaciones de cardiólogos en el país aparte de lo anterior tengan una visión más integral centrada en el paciente.
En Chile, la formación de cardiólogos está a cargo de las Escuelas de Postgrado de las universidades, quienes diseñan y coordinan los planes de estudio según los diferentes perfiles de egreso. Actualmente, existen nueve centros de formación en esta subespecialidad. Cada uno de estos centros juega un rol clave en asegurar que los futuros cardiólogos adquieran las competencias necesarias para enfrentarse a los desafíos actuales y futuros en la atención de la salud cardiovascular en el país.
Aun considerando que no es responsabilidad de SOCHICAR la formación del cardiólogo en Chile, está entre nuestros objetivos societarios, debatir sobre los problemas de la especialidad y realizar todas las actividades que tiendan a fomentar su progreso, desde distintos puntos de vista, entre ellos la docencia, extensión e investigación y los médicos en programas de formación son un foco muy especial de atención y preocupación para nuestra sociedad, por lo que nos pareció muy relevante tener una posición como Sociedad científica sobre este proceso, y los resultados motivaron la publicación de un artículo especial en la revista médica de Chile y en la revista chilena de cardiología.
Desde la perspectiva de nuestra sociedad, un cardiólogo no solo debe poseer sólidos conocimientos clínicos que le permitan abordar la prevención, promoción, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades cardiovasculares. También es fundamental que este profesional tenga una formación integral basada en principios éticos, una marcada vocación de servicio público, sensibilidad social y un respeto irrestricto por la persona, lo cual le permitirá liderar equipos multidisciplinarios de salud, perfeccionándose continuamente a través de la educación y el análisis crítico de la información biomédica, pero además es esencial que se involucre en actividades de investigación, docencia y extensión, que está demostrado mejora los procesos de atención de los pacientes y los resultados en salud.
En este día Mundial del Corazón, es fundamental reflexionar sobre cómo estamos preparando a los profesionales que tendrán en sus manos la tarea de avanzar en la salud cardiovascular de nuestra población en los años venideros.
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