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Zona de Interés: Un retrato perturbador de la banalidad del mal

Las actuaciones son otro punto fuerte de la película.



Zona de Interés (2023), del director Jonathan Glazer, es una película que se aleja de las representaciones tradicionales del Holocausto para ofrecer una mirada incómoda y perturbadora a la banalidad del mal. Basada en la novela homónima de Martin Amis, la cinta nos introduce en la vida de Rudolf Höss, comandante del campo de concentración de Auschwitz, y su familia, quienes viven una vida aparentemente normal a las afueras del campo.


La película se destaca por su enfoque en la cotidianidad de los personajes, mostrando cómo la brutalidad del Holocausto coexistía con la rutina familiar. Glazer utiliza una estética fría y minimalista, con largos planos fijos y una paleta de colores apagados, para crear una atmósfera de tensión y claustrofobia.


Las actuaciones son otro punto fuerte de la película. Alexander Fehling ofrece una interpretación compleja y matizada de Höss, retratándolo no como un monstruo, sino como un hombre común que sucumbió a la ideología nazi. Anika Mauer también brilla como la esposa de Höss, una mujer que vive en la negación de los horrores que la rodean.



Zona de Interés no es una película fácil de ver. Es una experiencia incómoda y desafiante que nos obliga a confrontar la naturaleza humana en su forma más oscura. Sin embargo, es una película importante que nos recuerda los peligros del fanatismo y la indiferencia.


En general, Zona de Interés es una película poderosa e importante que nos invita a reflexionar sobre la crueldad humana y la responsabilidad individual.


Calificación: 4/5


Recomendación: Esta película no es para todos, pero la recomiendo a aquellos que buscan una experiencia cinematográfica diferente y desafiante que les haga reflexionar sobre el Holocausto y la naturaleza humana.

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